Hola, Mi Cali Bella. Te escribe Deninson, un caleño que nació un primero de enero, agradezco a Dios que mis hijos nacieran aquí, llevo cuarenta años imaginándote y pensando cómo será esa Cali de nuestros sueños.
He tenido la oportunidad de crecer al lado de caleños de nacimiento y también cerca de personas que no nacieron aquí, pero se sienten como propios, debido a las diferentes oportunidades que les entrega la sucursal del cielo. Esta, mi ciudad, es como Cristo Rey, nuestro icono, que tiene los brazos abiertos para los que llegan.
Cali, he visto como creces, a pesar de todos nosotros, a pesar de nuestra falta de planeación. Creces, a veces, pareciendo que no le importas a nadie, pero te digo que a mí y a mis amigos, nos importas mucho.
Llevo la mitad de mi vida como servidor público, y siento que todavía no te he correspondido como quisiera, pero solo el tiempo dirá, hasta dónde me permite servirte a ti mi bella Cali.
Muchos soñamos contigo, en que sigas siendo la ciudad de las oportunidades, como lo has sido muchas veces en estos 484 años. En donde propios y extraños se sientes hijos de ti, mi Cali.
Cali, cuando estoy lejos de ti, recuerdo tu aroma a guayacán, la brisa de las cinco de la tarde que viene desde el pacífico, tu música, tus bailes, me dan ganas de bailar salsa en Alameda o en el Centro y por qué no en la Feria de Cali en diciembre en pleno 25 en el Salsodromo. Cali, cuando estoy lejos de ti quiero ir al río Cali al oeste, al rio a Pance, a las Tres Cruces o Cristo Rey. Me quiero comer una empanada con ají, un pandebono con champús y un cholado con fruta y lechera. Añoro ir al Pascual o al Coloso a ver jugar al Cali y al América en un clásico que no se puede empatar.
No te puedo negar, que también me dueles, mi Cali. La injusticia, la falta de acceso, la pobreza que te rodea, pero sobretodo me duele la inequidad de tu sociedad.
Por eso me sueño contigo Cali, una ciudad con un trasporte multimodal que les sirve a todos tus ciudadanos, pero también a los vecinos de Yumbo, Jamundí, Palmira, Candelaria, Santander de Quilichao y a todos los vallecaucanos con una empresa de servicios públicos moderna y que sea ejemplo ara la región, atenta a la tecnología y que genera los recursos necesarios para hacerte crecer.
Sueño, contigo mi Cali, con un sector empresarial fortalecido, generador de empleo y que se conecta con tus emprendedores.
Mi Cali de los sueños, es la ciudad de América Latina en donde se realizan la mayor cantidad de eventos deportivos, y es la ciudad en donde viven los mejores deportistas de Colombia.
Lo más importante de la Cali de mis sueños, es su gente, hombres y mujeres, que tienen empleos dignos, o empresas que se conectan con cadenas de valor locales, nacionales e internacionales, promotores de ingresos y empleos para todos, es la ciudad más competitiva de Colombia.
El Estado es eficiente, sus funcionarios y servidores están atentos a lo que sus ciudadanos necesitan, los servicios además están disponibles a través de plataformas tecnológicas amables con los usuarios. En esta la Cali de los sueños, se nos permite vivir seguros y tranquilos en nuestros barrios y casas, y las historias de violencia son cosa del pasado. Nuestras instituciones están dedicadas a servirle a la gente y a sus visitantes, a cuidar a sus ciudadanos.
Los ciudadanos aman su ciudad, todos, sin importar en que parte de Cali viven, son amables en la calle y sus muestras de civismo son más grandes que las que se veían en los años setenta. Están dispuestos a atender a los turistas y se relacionan en varios idiomas, especialmente en español e ingles, ya que más del 60% de los caleños son bilingües.
Tengo muchos sueños mi Cali, pero si solo estos se hacen realidad, este sin lugar a duda, será la mejor ciudad para vivir en Colombia, solo necesitamos recuperar la confianza, buscar la libertad, trabajar unidos, tener vocación de poder y sobretodo tener el amor como principio rector de nuestras vidas… Te propongo algo mi Cali, qué te parece si #VAMOS… Yo estoy listo.
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