Uno de los grandes retos para el próximo mandatario o mandataria de los caleños, es recuperar el sentido de pertenencia por las Empresas Municipales de Cali, orgullo que décadas atrás se tenía y que servía de ejemplo para otras entidades.
Pasar de ser un ejemplo de distribución y administración de los recursos a convertirse en la caja chica de los politiqueros de los últimos años, condenó a EMCALI al desprestigio, la ineficiencia y la incredibilidad de los usuarios.
Pocos quieren hacer parte de Emcali. Los usuarios olvidaron que las empresas municipales son de ellos y las empresas olvidaron que su principal razón de ser es la prestación del servicio de calidad para los ciudadanos.
Empresas como ETB y EPM, quienes operan en Bogotá y Medellín, respectivamente, superaron la capacidad de acción de EMCALI y hoy les entregan a sus ciudades utilidades que les permiten invertir en proyectos de transformación. Más de 100 mil millones de pesos por parte de las Empresas de Telecomunicaciones de Bogotá y más de 2.2 billones de pesos de las Empresas Públicas de Medellín, en 2020, es un fiel reflejo de su efectividad en la operación.
¿Y Emcali? De acuerdo con su informe de 2020, tan solo 39 mil millones de pesos llegaron por recursos derivados de las empresas al municipio. A esto, se le suman los grandes escándalos de las recientes administraciones y los problemas operativos con las multinacionales de comunicación.
Emcali no necesita de acciones y propuestas populistas que solo permitan obtener la victoria el 29 de octubre; no, Emcali necesita fortalecer la gestión financiera y operativa de la empresa para mejorar la calidad de los servicios y recuperar la confianza en su gestión, quizá el mejor camino será entrar al negocio de la generación de energía; pero, para ello, requiere de una inversión en la remodelación de su infraestructura física y tecnológica que actualice sus redes eléctricas y telecomunicaciones, sus plantas de tratamiento de aguas residuales, vías y transporte. Transformarse en la empresa de tecnología, innovación y desarrollo urbanístico a la vanguardia mundial es la tarea de los próximos años.
Pero hay algo mucho más importante, debemos arrebatarla de las manos que durante años la utilizaron para sus favores políticos y quienes violaron sus recursos para hacerse más poderosos. Emcali debe convertirse en la principal fuente de financiamiento de los grandes proyectos de ciudad que vienen en los próximos 20 años y eso solo se logrará si tenemos un mandatario que se apropie de acciones contundentes que impacten el funcionamiento de nuestra empresa.
Mi opinión es erradicar la corrupción y el clientelismo es una empresa la cuál puede ser la palanca de crecimiento que necesita cali, tenemos que dejar de actuar a beneficio propio y pensar más en el bien común.