El primero de enero de 1980, en la Clínica Rafael Uribe Uribe, llegué al mundo como un hijo orgulloso de Santiago de Cali. Efren y Lucy, mis padres, me criaron en el barrio Aguablanca, un rincón popular de la ciudad, lleno de vida, sueños y valores que marcaron mi camino. Desde pequeño, me prometí cumplir con cada meta que me propusiera, comenzando por la excelencia académica, el primer gran propósito de mi vida.
Mi compromiso con el conocimiento me llevó a explorar múltiples campos: soy mercadólogo y negociador internacional, especialista en gobierno, magíster en derecho, y fellow en innovación y liderazgo en gobierno en Georgetown. Ahora, mientras termino mi doctorado en administración de negocios con énfasis en innovación, celebro un logro especial: mi tesis doctoral, que plantea un modelo de gobernanza para el Distrito de Innovación de Cali, el NIDO, una iniciativa que busca impulsar el desarrollo de nuestra ciudad y región.
A lo largo de mi vida, he tenido la fortuna de desempeñar diversos roles laborales, emprender y construir junto a mi esposa la doctora Paula Arias, un hogar lleno de amor. Hace 20 años encontré en ella no solo una compañera de vida, sino una socia para emprender. Juntos fundamos la Clínica Zenska durante la pandemia, un proyecto que transforma dificultades en oportunidades. Este emprendimiento no solo genera empleo, sino que también contribuye al crecimiento económico de Cali a través del turismo médico, un sector con gran potencial en nuestra región.
He vivido en otras ciudades de Colombia, en Estados Unidos, y he recorrido América Latina, pero mi corazón siempre regresa a Cali. Esta ciudad, con su clima único, su riqueza cultural y su ubicación estratégica, tiene todo para convertirse en la mejor ciudad para vivir en América Latina. Sueño con una Cali que lidere el Pacífico Latinoamericano, en estrecha conexión con Buenaventura, fortaleciendo su puerto como el más importante del sur del continente.
Mi amor por Cali se traduce en acción. Aspiro a seguir sirviendo a esta tierra, como lo hice cuando participé en la política local, soñando con una ciudad más equitativa, competitiva y sostenible. Estoy convencido de que, con esfuerzo y visión, Cali puede cumplir su potencial y brillar ante el mundo como la joya que es.
Hoy, al cumplir 45 años de vida, agradezco a mi familia, a mi ciudad y a cada experiencia que me ha formado. Espero seguir viendo crecer a mis hijos al lado de mi esposa, acompañar a mis padres y hermanas, y trabajar incansablemente por mi amada Santiago de Cali. Esta ciudad no solo me dio nacer, sino que me dio propósito, identidad y un amor profundo que llevaré siempre en el corazón. ¡Feliz cumpleaños 45 para mí y feliz año 2025 para todas y todos!
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