Presidente, traslademos la base aérea de Cali

La Base Aérea Marco Fidel Suárez ya cumplió su tarea al interior de la ciudad, a nuestra Fuerza Aérea le conviene estar cerca del aeropuerto, y a Cali le conviene que podamos usar este espacio, para la consolidación de tres grandes proyectos de ciudad. Además la realidad es que tenerla en el interior de nuestra ciudad esta generando una problemática ya que no podemos densificarla hacia la altura, lo que ha provocado la expansión de Cali hacia las afueras, en lugares donde habían cañaduzales, de propiedad de los que las usufructuado por siglos, extrayendo sus minerales y especialmente del agua, y que ahora las apuestan para la construcción de vivienda, aprovechando un POT frágil, ellos, los mismos de siempre que se han beneficiado históricamente del estado y de lo público.

Es por esto, que una vez asuma el cargo como Alcalde de Cali, le haremos el llamado al presidente de la República, Gustavo Petro, por quien le apostamos al CAMBIO en nuestra ciudad, para abrir la discusión real y promover el traslado de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez al terreno donado desde hace varios años y que colinda con el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón en Palmira, generando un verdadero espacio de aprendizaje para quienes ingresan a la Fuerza Aérea.

El proyecto de traslado de la Base Aérea tendría un valor cercano al billón de pesos, el cual deberá ser asumido por el gobierno nacional, pero con el cual, podríamos también comprometernos a aportar como región, en conjunto con el área metropolitana, porque nos beneficia a todas las ciudades.

Y es que trasladar la base, podría generar de manera inmediata ingresos importantes para Cali que podrían apoyar dicho movimiento. La aparición de nuevos proyectos de construcción de vivienda podrían traerle a la ciudad cerca de 2.2 billones de pesos a través del pago de impuestos prediales y plusvalía, sin tener en cuenta, la llegada de inversión nacional y extranjera, de quienes vean en este territorio un espacio de desarrollo urbano.

¿Y qué hacemos con las 163 hectáreas y que ocupan el 35% del espacio de la comuna 7? Pues hacer realidad el sueño de Cali. Tener nuestro gran Parque Simón Bolívar o el Central Park caleño. Un lugar donde podamos desarrollar la Cali Distrito Cultural y una apuesta agresiva por la Educación Superior Gratuita.

La pista, con casi dos kilómetros de distancia, se convertiría en el Salsódromo o el Bailódromo, con capacidad para reunir hasta 400 mil personas, propias y turistas, que disfruten de los grandes eventos musicales y culturales de la región, siendo la Arena del Arte y la Cultura más importante del país, donde realizaremos la Feria de Cali, el Festival Petronio Álvarez y el Mundial de Salsa.

En aulas y auditorios, donde hoy ven clases los cadetes, mantendremos la educación, pero esta vez, con la conformación de la Universidad Pública y Popular de Aguablanca, operada por la Institución Educativa Antonio José Camacho y el Instituto Popular de Cultura de Cali, permitiendo el acceso a la educación superior, en su mayoría, a las y los jóvenes del Distrito de Aguablanca.

Ahí, nos convertiremos en un referente educativo de la región y brindaremos 50 mil becas semestrales, con el 30% de las mismas, enfocadas en las carreras de la cuarta revolución industrial e impactando, verdaderamente, en el futuro de la juventud caleña, que, a su vez, recibirán desde su formación en el colegio, un COMPUTADOR GRATUITO para cada niña, niño y joven de la ciudad y así garantizar su educación.

Cali necesita dejar el pasado, desde la educación y la cultura, podremos generar una transformación real de la vida y la seguridad de las y los caleños, necesitamos de grandes CAMBIOS, no permitamos que nos vuelvan a decir que no SE PUEDE.