Es la revolución del rap en Cali y ahora en Colombia. A sus 17 años, Alan Cortez, más conocido como FatN se ha convertido en el ejemplo a seguir de muchos jóvenes de la ciudad que se ven reflejado en él.
Pero, ¿cuál es su éxito? FatN o Fatnigga, como hasta hace poco se le conocía, se convirtió en el primer menor de edad en llegar a la final de la Batalla de los Gallos, el evento de Freestyle rap más importante del mundo, organizado por Redbull y que tuvo lugar este 2023 en Bogotá.
Sí, a sus 17 años y siendo su primera participación internacional, este joven caleño deslumbró por su capacidad de improvisación, repentización y creatividad, que lo llevaron a hoy ser la gran promesa cultural de la ciudad .
Su historia es muy similar a la de muchos niños y niñas del oriente de Cali. A sus 10 años, caminaba por las calles de su barrio, expresando su arte, primero desde el Breakdance y después, en una rima de dos, cuatro u ocho compases, o entradas cómo se habla en el entorno, que se convertían en una protesta social que se hacía más grande entre más artistas se encontraban en los parques.
Hoy, su agilidad, parecida a la de su pasión por el baloncesto, lo han convertido en un ejemplo para muchos que buscan eludir los pasos de la delincuencia en los barrios de la ciudad. Eludir escenas como las de este fin de semana en El Vallado, donde una madre corría sin freno con su hijo en la mano para evitar ser alcanzados por una bala en medio de un enfrentamiento entre pandillas del sector. Sonidos que parecieran ser más fuertes que el rapeo de quienes tienen talento.
Alan o FatN, como lo quieran llamar, ya no es solo un joven rapero de 17 años que acostumbra a presentarse en las distintas “plazas” o a frecuentar la 72W donde queda el único monumento al Freestyle del mundo y lugar que ha visto pasar por su proceso cultural y social a figuras como Puppy, VallesT y la misma Marithea, es un joven, con cara de Niño, que aprendió a volar, pero sin las alas de Redbull, si no con la habilidad de la calle y la mística urbana de una ciudad que sigue contando historias y que espera el apoyo de una nueva alcaldía que tendrá la obligación de pensar en los jóvenes como eje de transformación social.
Transformaciones culturales que requieren de nuevos espacios de interacción, espacios de divulgación distintos a los tradicionales y que tengan cuna en los barrios, un ejemplo de ellos las plazas de Freestyle que se han vuelto icónicas para una población pero que necesitan ser más visibilizadas, y así encontrar más Alan o FatN, así como lo hicimos nosotros, uniendo los talentos de Cali y Medellín, cuando hicimos el campeonato nacional desde Telemedellón.
Pero además que estos jóvenes no se queden solo en triunfos culturales, deportivos o sociales, sino que hagan parte de verdaderos procesos de transformación donde la cuádruple hélice tenga un impacto directo en ellos pasando por la academia, la sociedad y la empresa como un conjunto de herramientas donde el joven proyectará un verdadero desarrollo personal, profesional y social. Cali necesita encontrar más jóvenes como Alan, como los centenares de campeones nacionales que dejaron en alto nuestra bandera del Valle, pero que en muchos ocasiones sus únicas alas para las batallas terminan siendo opacadas por la fácil integración de la violencia que nos arrebata los verdaderos cantos. Vamos Cali con toda. Adelante feliz juventud.